¿Por qué estudiar contabilidad?

Una justificación para estudiar contabilidad es el amplio abanico de salidas profesionales que tienen los contables, tanto en el sector público como en el comercial. El mercado laboral tiene una gran demanda, sobre todo por parte de empresas que quieren un asesor que gestione adecuadamente sus cuentas.

La contraloría de una empresa, la elaboración de presupuestos, los controles internos, la fiscalidad, la tesorería, los créditos y cobros, el flujo de caja, la liquidez, la auditoría y otros sectores son sólo algunas de las vastas y variadas tareas que un contable es capaz de realizar.

Las empresas buscan continuamente una capacidad contable especializada a la hora de gestionar sus inversiones y obtener resultados de ellas, ya que tener un contador que controle sus actividades financieras a todos los niveles es crucial para ellas. Así pues, el crecimiento económico e integral de cualquier organización o institución debe conceder una gran importancia a la orientación contable.

El contable también puede crear su propio plan de negocio, gestionar su propia empresa o ejercer su profesión por su cuenta, prestando sus servicios de forma independiente. Incluso puede proporcionar asesoramiento financiero en relación con la reducción de los costos de análisis o incluso la identificación de los riesgos empresariales, con el fin de señalar los problemas contables más acuciantes.

En consecuencia, el contable puede encargarse de la administración bancaria de organizaciones del sector público como organismos gubernamentales estatales y municipales, institutos u organizaciones nacionales e internacionales. La contabilidad tiene como perspectiva la organización de los recursos de las empresas, así como la resolución de sus problemas económicos, fiscales y financieros con la ayuda de especialistas en los campos correspondientes.

El papel del contable incluye la supervisión de la mejora del sistema interno, incluida la coordinación del efectivo, las cuentas, los pagos, los cobros, etc., así como la coordinación de las iniciativas de la empresa.

En la actualidad, los controladores financieros ocupan uno de los puestos de trabajo más demandados, ya que sus funciones incluyen la supervisión y gestión de las finanzas de la empresa, así como su correcta administración. Incluso los objetivos de la empresa a nivel mundial pueden estar bajo su control.